Palabras de presentación de Ángela
Hernández y Jeannette Miller
en la Fundación Corripio, el 6 diciembre
de 2013
Por José
Alcántara Almánzar
Me honra la
invitación de la escritora y amiga Ángela Hernández Núñez para decir unas
palabras introductorias en la salida de su nueva novela, Leona, o la fiera vida, que con el sello de Alfaguara comienza hoy
su andadura por el mundo para ensanchar el ciclo de creación iniciado por la
autora con la escritura de la obra, y enriquecido con la complicidad que a
partir de hoy se establecerá entre ella y sus lectores. Con esta actividad la
Fundación Corripio cierra sus encuentros literarios de este año, y nos
enorgullece que sea con el lanzamiento de una obra narrativa de quien es, en la
actualidad, una de las escritoras de mayor calado en las letras de nuestro
país, no solo por su ya extensa bibliografía activa en poesía, narrativa y
ensayo, sino también por el alcance internacional y la vitalidad de su obra
conjunta, que ha merecido incluso traducciones a otros idiomas y publicaciones
en numerosos países.
Ángela Hernández es ampliamente
conocida en nuestro país y en el ámbito hispanohablante por sus libros de
poemas, sus encantadores cuentos, sus novelas cortas, algunos de los cuales han
obtenido galardones en diversos certámenes celebrados en nuestro país y el
exterior. Ella reúne las raras cualidades de la mujer encantadora, siempre optimista
y de trato afable, y la escritora que ha venido realizando una incesante labor
literaria desde sus inicios, abriendo un surco profundo en los estudios de la
mujer, con diversos ensayos que podemos considerar esenciales para comprender
esa denodada lucha por los derechos de igualdad de género, una encarnizada
batalla de la que estamos hoy más necesitados que nunca, ante las atroces
historias que a diario ensombrecen las páginas de los periódicos nacionales.
Nacida en Buena Vista, Jarabacoa,
tierra montañosa y fresca la mayor parte del año, donde la vegetación todavía
se extiende pródiga por todas partes, Ángela Hernández parte de recuerdos personales y vivencias en su pueblo
de origen, para alumbrar hermosas criaturas en las que confluyen personajes,
comportamientos, creencias, prácticas y relaciones sociales donde la mujer
ocupa un sitial privilegiado, porque ella constituye el centro de las
preocupaciones de su hacedora, la trascendencia de la figura femenina en el
imaginario colectivo, así como en la vida hogareña y social de la comunidad. La
autora trabaja cada texto con primor, echando mano de los hilos de la memoria,
en la que confluyen las vibraciones íntimas y las agudas observaciones de quien
ha reflexionado hondamente sobre la condición humana y los intrincados
laberintos de la relación hombre-mujer.
Pero no soy yo quien debe hablar de la
nueva novela de Ángela Hernández. Ese papel le corresponde a Jeannette Miller,
una de nuestras grandes escritoras, cuya obra ha sido reconocida con el Premio
Nacional de Literatura por su solidez literaria, su versatilidad y su
proyección continental. Jeannette Miller dio sus primeros pasos en el teatro,
como actriz precoz, y luego, siguiendo las huellas de su padre, entró a la
poesía para quedarse en ese mundo de agonías y deslumbramientos que no cesan de
aflorar en su obra.
Durante
muchos años, con una paciencia y una minuciosidad envidiables, Jeannette ha
realizado una extraordinaria labor en la historia y la crítica de arte, con
resultados más que encomiables en una serie de monografías de los grandes
maestros de la plástica nacional y ensayos indispensables que la han convertido
en una autoridad incuestionable por su honesta y valiente valoración de la obra
de nuestros artistas visuales. Hay que mencionar también su labor narrativa,
sus novelas e incisivos cuentos, en los que despliega una panoplia de personajes
femeninos que impresionan por su descarnado talante, su conmovedora ternura, o
el denuedo con que enfrentan las agresiones de un medio caracterizado por una
hostilidad inmisericorde hacia las mujeres.
Hoy se unen, como autora y
presentadora de la novela Leona, o la
fiera vida, dos mujeres excepcionales del mundo literario de nuestros días:
Ángela Hernández y Jeannette Miller. Dos altas representantes de la creación y
el pensamiento contemporáneo, en quienes
debemos ver sendos paradigmas de fecundidad intelectual y firmeza ética que
deben ser imitados por jóvenes y adultos, sobre todo en esta etapa, cuando
asistimos al penoso espectáculo de
corrupción e impunidad en las más altas esferas del poder, algo sin precedentes
en la historia dominicana por su escandalosa magnitud e implicaciones, todo
agravado por el circo político que a diario avergüenza a la población más
honesta y trabajadora del este país.
Ahora, para presentarnos Leona, o la fiera vida, me complace
llamar al podio a Jeannette Miller.
José Alcántara Almánzar
Santo Domingo,
D. N.,
Viernes, 6 de
diciembre de 2013.
Fotos cortesía de Orlando Cordero: