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¿Quién es Ángela Hernández Núñez?

Premio Nacional de Literatura 2016. Nació en Buena Vista Jarabacoa, República Dominicana, 6 de mayo de 1954. Graduada con honores de Ingeniería Química. Narradora y poeta. Apasionada del cine y la fotografía. Textos de su autoría se han traducido al inglés, francés, italiano, islandés, bengalí y noruego. Se incluyen en importantes antologías. Es Premio Cole de novela corta, a la novela Mudanza de los Sentidos, 2001; dos veces premio nacional de cuento. Su libro Alicornio mereció el premio nacional de poesía.

Bibliografía Ángela Hernández Núñez


CUENTO

Alótropos. Ed. Alas.

Masticar una Rosa. Santo Domingo, 1993. Ed. Alas.

Piedra de Sacrificio. (Premio nacional de cuento).  Santo Domingo, 1998. Ed. Secretaría de Estado de Educacion y Cultura.

La secta del crisantemo. (Premio nacional de cuento). Santo Domingo, 2013.  Editora Nacional.

El peso del rocío. Cuentos reunidos. Santo Domingo, 2011. Editora Nacional.

Como raccogliere l’ombra dei fiori. Italia, 2001. Editorial Perosini (cuidado de edición, Danilo Manera).



NOVELA

Mudanza de los sentidos (Premio Cole de novela breve). Santo Domingo, 2001. Editorial Cole. Madrid, 2004. Ediciones Siruela.

Charamicos. Santo Domingo, 2003. Editorial Cole.

Metáfora del cuerpo en fuga. Santo Domingo, 2007. Editorial Cole.

Leona o la fiera vida. Novela. Santo Domingo, 2013. Editorial Alfaguara.


POESÍA

Arca Espejada. Santo Domingo, 1994. Editorial alas.

Telar de Rebeldía. Santo Domingo, 1998. Ed. Espacios Culturales.

Alicornio. (Premio Nacional de poesía). Santo Domingo, 2006. Ed. Cole.

Oniria Imagen y Poesía. Santo Domingo, 2012. Ed. Banco Central de la Rep. Dominicana.


ENSAYO

Emergencia del Silencio La mujer en la educación formal. Santo Domingo, 1986. Ed. Universidad Autónoma de Santo Domingo.

La escritura como opción ética. Santo Domingo, 2003.  Editoral Cole.

La mujer en la historia dominicana. Santo Domingo 2009. (Coautora con Orlando Inoa). Publicada por el. Ministerio  de la Mujer.


ANTOLOGÍAS


Pensantes. Selección de ensayos escritos por mujeres en torno a la cultura e historia dominicanas.

Antología de Poesía Social. Santo Domingo, 2015. Publicada por Refidomsa.

Antología de Poesía Amorosa.  Santo Domingo, 2015. Publicada por Refidomsa.

  Escribir sobre una ola Cuentistas del Banco Central.  Santo Domingo,    2015. Ed. Banco Central de República Dominicana.

PEDRO PEIX: OTRA FORMA DE NOMBRAR LA NOSTALGIA

En el año 2006, en la Feria el libro de ese año, Basilio Belliard me invitó a participar en un coloquio sobre Pedro Peix. Lo que aquí comparto son los apuntes en los que apoyé mi disertación, más bien oral. Los guardé con la intención de escribir un texto crítico sobre este autor, uno de los más grandes cuentistas de la región. Los diarios trajines desplazaron ese propósito, pero, cada cierto tiempo, venía a mi memoria el rostro lleno de intensidad y emoción de Pedro Peix cuando, al concluir el coloquio, se acercó y me dijo: “Ángela, siempre defenderás mi obra, ¿no?”. Y yo le respondí: “No tengas ninguna duda al respecto”. Nos reímos. Aquellas palabras se dijeron medio en serio, medio en broma.




(Apuntes).

PEDRO PEIX: OTRA FORMA DE NOMBRAR LA NOSTALGIA

Pedro Peix es un verdadero rebelde de las letras dominicanas, tanto en lo personal como en su crítica social. Pudo haber sido un político, pero el podría afirmar con  Kipling que el mundo no es que este mal hecho:

 /es que está sin hacer. Podemos impacientarnos y pedirle un orden, pero es más deseable recrearlo y darle un orden verbal, una posibilidad de ensueño, una creación/, sin pretender que /un universo de palabras sea una solución a la realidad sino realidad en sí, construcción desde la mirada/[1].

Vistas así las cosas, me animo a entrar al universo de Pedro Peix como a una realidad en sí. (“El hombre tiene un reino interior contra el que nada pueden las palizas de afuera”[2]).  Enseguida me percato de dos situaciones:

La primera. El análisis siempre puede sesgar, o bien cegar, un texto. Hay que andarse con cuidado, sobre todo, como es el caso que nos ocupa, cuando se trata de una obra abundante, que ha mantenido un dinamismo expresivo y estético que lejos de anquilosarse parece nunca agotar las aventuras de la imaginación y de la forma. (Parece coincide con la norma de Kipling: “En cuanto veas que sabes hacer algo, haz algo que no sepas”[3]).

La segunda. Los textos de nuestro autor se prestan a tan variadas lecturas que es un tanto difícil elegir un ángulo o tema marginando otros. Pero, como uno de los pecados frecuentes de método es abarcar más de la cuenta, cayendo en divagaciones o pretenciosas fórmulas,  estaba conminada a elegir un aspecto de la obra o un texto particular.

Me permito decir que esta exposición solo quiere convertirse en el punto de partida que me desafíe a continuar conociendo y trabajando, en la mejor manera que pueda hacerlo, la cuentística de Pedro Peix.


PEDRO PEIX: DEFINICIÓN Y PERFIL

De él se hacen y se seguirán formulando numerosas y contradictorias calificaciones. Ante su personalidad no es posible guardar indiferencia. Un dandy, al estilo Lord Byrond, un príncipe de la palabra, un narcisista, un bacante, misógino, temerario y de temer, lujurioso, paradójico y maldito, al  estilo Celine, irreverente y escandaloso, desdeña el reconocimiento, abomina de los espíritus intelectuales rendidos ante las mieles envenenadas del poder, infatigable…

De mi parte, algo me atrevo a afirmar. Pedro Peix es un espíritu libérrimo, sin medir costos ni riesgos. En atmósfera amiga, irradia una energía hermosa e incitante. Y, aun cuando no se disienta de sus ideas o enfoques, obliga al respeto por simple contraste. Es que estamos asfixiándonos en un mar de arreglos, concesiones, labilidad mental, trueques y cálculos oportunistas.  Un espíritu, como el de Peix, que se atreve a defender su palabra, aunque censuren sus artículos y traten de anular su voz,  que desafía todos los duros poderes que rigen la vida social dominicana, ha de admirarse porque en verdad mueve a respeto.

Nadie ha percibido a Pedro Peix con mayor definición que el extraordinario escritor italiano Danilo Manera. Tal vez porque este amigo oriundo de la patria de Dantes y Marco Polo posee un ojo verdaderamente privilegiado puesto que aúna rigurosa perspectiva académica y un alma apasionada que con vocación por las rupturas y los descubrimientos.  Manera describe a Peix, y no podemos dejar de sentir una corriente de afinidad entre estos dos hombres, pertenecientes a esa fraternidad del mar,  aquella que acerca los signos y destinos, mediante los viajes, las aventuras y encuentros posibilitados por la imaginación. 

[Pedro Peix] Es un dandy incómodo, intemperante y con la genialidad del artista maldito, viajero empedernido y asiduo de la noche. De sangre ardiente tanto en la polémica intelectual como en lo carnal, se declara consagrado a explorar hasta el fondo la existencia; elitista y heroico, de mil oficios y ninguno, aparte de la escritura, que es para él como un irrenunciable reto amoroso. Las únicas señas de identidad que conoce son las del honor, imperiosas y puras, mientras que considera la dignidad poco menos que fachada y artificio burgués.


Melena densa y larga, bigotes muy cuidados, me recibe elegantemente vestido en un amplio salón de muebles y objetos de gusto refinado, fumando puros y bebiendo un café tras otro. Sobre la mesa, una maquina de escribir Smith Corona de época con una hoja amarillenta.[4]

De su parte, Peix a Danilo Manera le ha confesado a Manera “Aquí los escritores hacen otras cosas, les falta agallas para saltar al vacío, arriesgarse a romper las naves y profundizar completamente en la literatura a través de la vida” [5]. Esta opinión sobre sus colegas coetáneos deja al desnudo lo que es el fundamento de su propio arte escritural.

El Peix que habla en confianza con Danilo Manera, declara que “no hay tierra firme para sus sueños”. En él aflora el crítico social y, en pocas palabras, condena todo el stablisment de desequilibrios apabullantes y subordinaciones de conciencias:

Se quiere homogenizar el pensamiento, negar toda transgresión al vacuo fluir de la sensatez y de la resignación. Se critica al nihilista, en vez de criticar al usurero. No se permite decir que la voluntad popular está todavía en manos de grupo de poder económico consolidado, que no somos soberanos porque nuestra democracia está sujeta a constantes controles y al visto bueno de los demás, desde el Fondo Monetario Internacional a la Casa Blanca. Y a mí no me apetece nada que mi país se convierta como mucho en un paraíso fiscal[6]. *

En la contraportada de su primer libro de cuentos, Las Locas de la Plaza de Los Almendros, se nos informa que Pedro Peix nació en Santo Domingo, en 1952, realizó sus estudios primarios en México y Panamá, y completó su educación secundaria en Guatemala y Costa Rica. Estudió Derecho en la Universidad Pedro Henríquez Ureña.

Tenía solo 22 años al momento de publicar su primera obra, la novela El Placer esta en el Ultimo Piso. Había publicado algunos cuentos y poemas y escribía en el Listín Diario. Ha pasado la mayor parte de su vida viajando. “Siempre sin pausa, atropelladamente de un lugar a otro”[7].

El Peix viajero…  tal vez sea la clave de muchas de sus obsesiones y apuestas. Nos lleva a percibir esa dimensión de escritor que se bate a duelo con tantos, que precisa batirse a duelo, porque en ese movimiento tenaz su sangre circula, se oxigena. La insularidad cultural simplemente le resulta aterradora, inaceptable a sus bríos y experiencias sensoriales.

Ya en su primera novela se encuentran las pistas de muchos de sus temas. También pueden rastrearse en ella el lugar que ocupa la Zona Colonial en la memoria del autor, así como las huellas de sus escritores más queridos.

Las dos citas con las que se inicia el libro revelan puntos relevantes del universo creativo del escritor. En la primera, Bertrand Russell, advierte que “El escritor que trata un tema sexual corre siempre el peligro de que quienes opinan que esos temas no deben mencionarse lo acusen de desmedida obsesión por el asunto”.  La dimensión erótica (y casi puramente sexual en ocasiones)  se manifestaba ya como una de las vetas de la literatura de Peix. La cita podría tomarse como una aclaración, una defensa o una explícita declaración abierta mediante la cual el joven escritor daba cuenta al público sobre su talante. La segunda cita, de Dostoievski, nos hace saber la importancia de “la gente vulgar en la creación literaria, pues es en todos momentos la llave y el punto esencial en la cadena de asuntos humanos”.

En la contraportada de la novela se informa que en la misma “se describen los hábitos sexuales de seis hermanas, aunadas todas por un lazo mágico, genético, compulsivo, voluptuoso: el goce ilimitado de los sentidos”. Se comenta, asimismo, que desde sus primeros escritos, Pedro Peix ha mostrado un gran interés “por la descripción precisa de los olores, los sonidos, las reacciones del tacto y la perspicaz exactitud de la vista”.  “La poesía del sexo es cruda y nada exultante”, afirma el propio autor.

Las frases más elocuentes de la mencionada presentación nos hacen pensar en El Placer Esta en el Ultimo Piso, como obra con acusados rasgos autobiográficos. Se trata de un joven con un fuerte talento creativo al que le arde la carne tanto como el alma, deseoso, casi exasperado, por hacer saltar las conductas anquilosadas y las convenciones que presiente esclavizantes.

En su estudio sobre Colette, Julia Kristeva, hace una cita de la escritora francesa, de quien dijo que tomo la escritura como un pretexto para el asombro: “Entre lo real y lo imaginario, está siempre el lugar de la palabra, la palabra magnífica y más grande que el objeto”[8].

NOSTALGIA

Pensaba hablar de los cuentos más celebrados de Pedro Peix, pero al leer Las Locas de La Plaza de los Almendros, repare en la importancia de estos textos primeros para conocer al autor. Ya en ellos se muestra la fuerza narrativa, alimentada por una imaginación fecunda, una visión poética y el diestro empleo de voces múltiples que plasman historia casi visuales, táctiles; los diálogos tejiendo un murmullo atemporal y cautivante. Me llamaron la atención de manera particular el vuelo de la nostalgia, los personajes femeninos tan de nuestra cultura y al mismo tiempo tan universales, el peso de la fatalidad, y no menos, la poesía que lava incansablemente esa realidad.



El verdadero personaje, el central, el que unifica como una corriente subterránea todas las historias, es la nostalgia. Una flor entre el cruce de dos sombras. Nostalgia de belleza y frescura. De amores fluyentes. Lo que derrumba no es el tiempo sino la falsedad. Ambientes, por momentos, al estilo Comala, porque estos dos hombres parecen conversar en la ultratumba. La maravilla y la transgresión. La violencia contra la inaceptable e inconcebible libertad sexual de las mujeres. El escarmiento que se convierte en autocastigo. Personajes encantados en sus destinos. La muchacha, que pudiera resultar una malvada, es, no solo linda y apetecida entre todas, sino la más exenta de perversidad. Casi una niña. Muy pobre. Muy libre. Los hombres la admiraban, la deseaban, la gozaban. La destruyeron. Un cadáver que olía a nardos.


A pesar de que el realismo mágico, en auge por ese tiempo, deja sentir su influencia en la manera de nombrar los personajes o mostrar los espacios (podemos sentir a Rulfo y a García Márquez), el sello estilístico de Peix se define con un cierto poder que ira acentuándose con el tiempo, en una perenne búsqueda y renovación en las que gana corporeidad, precisión y vida propia.
Los llamados temas sociales se hacen presentes en parte de estos cuentos. Recordemos que estamos en los setenta, en una sociedad polarizada políticamente y reprimida en sus libertades esenciales. En estos temas Peix será el mismo, imprimiendo a sus narraciones un hilo totalmente alejado de panfletarismo. No hay compromiso más que con el narrar, pero en ese narrar late una conciencia conmovida por las tradiciones abusivas que ha hecho de prácticas malvadas las fuentes de enriquecimiento por un lado y de vejaciones y miseria infinitas por otro.

En el cuento “Las comadres de Loma Blanca” las voces, principalmente femeninas, van relatando como la gente del pueblo va perdiendo todo, primero lo material cotidiano, luego la tierra, el sosiego, el libre albedrío, la vida, en un proceso demoniaco, brutal. Es un cuento que se inscribe temáticamente, y por su contundencia, en el ámbito del desarraigo y expoliación a los campesinos y campesinas, acompañados de la manipulación e intimidación de los codiciosos e inescrupulosos políticos, quienes van apropiándose de las tierras, los espacios, la voluntad, las identidades. En los diálogos, la gente del pueblo, nos transmite su angustia, tensión y vulnerabilidad.

Primero desapareció el colador, la higuerita de limpiar arroz, la cama, las paredes:

Ya Loma Blanca no es la de antes” las paredes y los muros están llenos de papeles con la cara de un Hombre que no conocemos, y en muchas casas también está su retrato colgado de la pared, al lado del Sagrado Corazón de Jesús y la Virgen de la Altagracia” el mismo alcalde ha mandado a colocar un letrero bien grande en el techo de su casa donde aparece el nombre de Dios al lado del nombre del Hombre: incluso muchas mujeres que andan para arriba y para abajo con sus pañuelos blancos en la cabeza, han hecho en hogares un altar con la imagen del Hombre[9].

En “El Batallón Azul”, se muestran los mundos distintos de las mujeres y los hombres en cuanto a la guerra y el patriotismo.

Abuela dice que el cielo de la tarde esta en las banderas. En todas partes, mi hijo, resbalando por los balcones, derramándose por las repisas de las ventanas, temblando en las puertas están las banderas. Hoy es día de fiestea, día de flores apretadas en las manos, de pañuelos a la altura del llanto.


“Sucedió en Barrancas” es un cuento cinematográfico, como muchos otros de Peix

Miedo, patriarcalismo, perversidad, tiranuelos, la violencia contra las mujeres, la codicia… Los importantes son derrotados por el tonto, el retrasado, el único con verdadero valor y valores. La venganza de los abusados, de los más pobres. 


SOBERANÍA Y NOSTALGIA

La libertad, individual y colectiva, es algo extremadamente necesario y extremadamente frágil. Difícil resulta de desprenderla del dúo libertad-control. Nietzsche decía, más o menos, que control o dominio era la palabra clave en la historia. La lucha por el control de un ser humano sobre otro, de un grupo sobre otro grupo, de una raza sobre otra, de un sexo sobre el otro, etc.  Define la trama de la historia humana. Pero lo mismo podría afirmarse de la libertad. Todas las luchas humanas, en última instancia, han significado una tensión, un esfuerzo, un sacrificio hacia y por la libertad.
De alguna manera intuitiva, sabemos que al perder libertad perdemos el alma.
Experimentar a Dios, iluminación inexplicable, qué es sino sentir cómo la libertad encarna y pone en trance la materialidad que somos; carne, forma viva. Experimentar la libertad es sentir la ilimitación. Lo imposible.
Pero solo sabemos que estamos perdiendo el alma, cuando nos sentimos bordear el estado de sofocación. Intuimos la vaga y constante amenaza. Nos enfermamos de los huesos y el ánimo, aunque continuemos funcionando en todas las rutinas.
La libertad reside y emana de la inocencia. De ese estado de gracia en el que aún no nos han cercado las nociones tempo-espaciales, ni el concepto de límite, ni el destino de separación. El autentico poeta, el demiurgo, transforma esta intuición de inmanencia y pérdida en conocimiento e imaginaciones coherentes.

Perdonen la digresión. Viene al caso porque la he escrito a propósito de leer con atención el libro Las Locas de la Plaza de Los Almendros, la segunda obra publicada por Pedro Peix, la que va a mostrarnos un abanico de temas profundamente humanos y nuestros, sacando provecho de los nuevos rumbos de la narrativa latinoamericana.



[1] Kipling Rudyard. Algo de Mi Mismo. Editorial Pre-Textos. Primera edición noviembre de 1998. Madrid. Pág. 7
[2] Kipling Rudyard. Algo de Mi Mismo. Editorial Pre-Textos. Primera edición noviembre de 1998. Madrid. Pág. 8

[3] Kipling Rudyard. Algo de Mi Mismo. Editorial Pre-Textos. Primera edición noviembre de 1998. Madrid. Pág. 206

[4] Manera, Danilo. Cuentos dominicanos (una antología). Ediciones Siruela. Madrid 2002. Pág.
[5] Citado por Danilo Manera en la obra mencionada.
[6] Citado por Danilo Manera, obra mencionada. Pág. 243
[7] Peix, Pedro. El Placer Esta en el Último Piso. Editora Cultural Dominicana. Santo Domingo, 1974
[8] Colette, Provence, en Jorunal a rebours, PL, IV, pág. 203. Citado en Kristeva Julia. El Genio Femenino. #. Colette. Paidos. Primera edición. Buenos Aires. 2003
[9] Peix Pedro. Las Locas de La Plaza de Los Almendros. Santo Domingo, 1978. Editora Profesional. Pág. 59

Autorretrato Ángela Hernández N.

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POEMAS ÁNGELA HERNÁNDEZ NÚÑEZ

A DIVINIS


Bajo los álamos del Jardín Botánico
se pasean las letras
del Paraíso Perdido.



MOMENTOS PARA UN CREPÚSCULO

El cielo: una rosa
sangra y desaparece.

*

La noche se lleva
cargamentos de oro.

*

Para adorarte, la mar
de transparencias
muere.



LA ABEJA

Chupa el alba
Es primavera



EL ORDEN DE LO FINITO



Estoy soñando contigo, dice una voz en la noche
Camino sobre un espejo lívido. Tal vez la mar
Monstruo indefenso. Pueblo tierno de césped
Ronronea

En cercanía, luciérnagas, brevísimas piedras
hienden la oscuridad

Del otro lado surgen filamentos de hierba
En el cielo, un relámpago, sonrisa de enigmática
presencia

Estoy soñando contigo
Fíjate en las flores de la caña

Sedosas
Fluctuantes
Flotantes

Velos en mi sangre soplados por tu boca

Dice una voz en la noche:
Hay un grano de polvo
un rosal levitando en nuestro patio.

 



LO QUE TENGO ES UN PULMÓN CERRADO COMO PIEDRA



Ojo móvil. Terco sobre el día vulnerable
Ventolera. Festín de insinuaciones. Cosas de acá, de allá
Lo que tengo es un dedo de Dios. Empuja sobre un
mismo punto de mi carne. Exige la respuesta para la
cual no hizo mis sentidos

Lo que tengo es el punzón de siempre, de antes
tajando la neblina en mis cavilaciones
Un vestigio con forma de serpiente. Necedad de furia,
bailoteo. Frío de ser
Lo que tengo es la consciente impotencia felina

Oscuridad de las sacerdotisas. Clara interrogación
sobre enigmas y decantaciones. Un inútil pedestal por hombros. Navegando entre cálices, espadas

Lo que tengo es el vivo de los barrios
La culebrilla feliz de los mercados
míseros. Boca del alma rota por el vino. El tempranero
empeño de quien trueca la eternidad por alimentos

Sueños de perseguidos. Asediada
Decapitados. Torturada. Suelo sobre el cuerpo sin
apoyo. Dictadura del símbolo, cara y cruz

Lo que tengo es el extremo de los centros
El comienzo. El paso y lo que pasa luego.





TREGSA
                     


Si quiero huir
muerdo mis uñas:
recuerdo obligaciones de mañana

Si quiero odiar, miro mis garras en el agua
recuerdo de la palabra el poder
cabalístico
el poder del deseo y la intención

Si quiero dudar, sostengo en el aire mis músculos
       elásticos:
escucho al mundo exento de mi cuerpo

Si quiero llorar, bostezo. Tiempo y mundo acortan
       la órbita en mi ojo

Si quiero llorar, prendo lámparas

Si me siento en una gruta, no hay enemigos
                      ni presa

Si me siento en una gruta, espero el alba

No hay escape ante tanto secreto embellecido

Llevo estupor y asombro para el otro
      llevo apetito y muerte
Entre mis fauces, la lengua para lamer mis hijos
    y los dientes afilados para el perdón

No hay escape en este ahora de agua caliente en la nariz
      y furia de niños
No hay escape en este lugar sin puertas ni caminos

Alrededor de mí, la luz, el círculo infinito.



SIMPLE



Impudorosa, móvil entre dos planos,
lapido sensaciones, como arpegios 
Mojan mi espalda.  Siento mis pupilas

Cúpulas de hojas y ociosos reptiles,
 graban el horizonte,
por donde abre la luz sosegadamente

Aguas blancas, aguas azules, fluyen entre nubes

Me conjuga el paisaje.  Vive él porque lo siento
De pirámides llena mis cuencas,
líneas las piernas,
circunferencias en el plexo

Causa pavor lo bello que va pudriendo
Clarea el precipicio un dilecto color amarillo. 
Sale el tiempo de mi imaginación como una cinta  indescriptible

Al fin la libertad se me muestra. 
Pero es el otro brazo de la locura

Aquilato convenciones.  A su sombra pervivo 
Sombra de árbol arenoso.







ENLACES MÚLTIPLES

Un árbol, todo número
Fresco volumen, otro
Polígono y reflejo: árbol entrada

Círculos de aves emergidas del canto
por el mismo se invisibilizan

Cárdena oscuridad de la poesía
quien la escribe no es más que amanuense
Conoce lo del pájaro y el sonido
También es un pájaro
intentando descifrar el sonido
del que procede









CONDE FLAUTISTA



A Oscar Gil Díaz


De ámbar el río homo
      en lo profundo fluye
de su palabra

Navaja que no es de sangre
reserva la marea de su  espíritu

Él se encamina

Los labios gangrenados por el humo
El alma, por traidores
                      Pupila viviente, bajo un paraguas rojo
                      con la belleza a cuestas.







En la cena de Gala de la Feria del Libro de Lawrence, Mass. De México: la cónsul de ese país, el escritor Armando González y Verónica, cantante. A continuacón, Ángela Hernández Núñez, de Rep. Dominicana, y  Carolina Escobar, de Guatemala. Oct. 2015

La poesía en el mundo de hoy. Foro Internacional Tradición y Ruptura en la Poesía Contemporánea.

LA POESÍA EN EL MUNDO DE HOY


(Palabras en la apertura del Foro Internacional "Tradición y Ruptura en la Poesía Contemporánea".

En Santo Domingo, hemos querido hacer un alto en el camino. Encontrarnos. Conversar. Compartir nuestros dilemas. Nuestros asombros. Nuestras creaciones. Tejer lazos comunicantes por los que circulen ideas, afectos, versos y miradas.
De este alto, nace el Foro Internacional de Poesía, el cual, distinto a otros eventos, fue definiéndose en su contenido con el pulso de las mujeres y hombres, poetas todos, convocados a participar.
En un mundo sujeto a una lógica de bruscos giros (científicos, políticos, tecnológicos, de agresiva redistribución de poderes, de cocción de conflictos bélicos) los seres humanos, no pocas veces, se sienten impotentes o arrastrados, excluidos de procesos culturales, políticos y sociales.
Hoy nos debatimos en tendencias contrapuestas, en porfía por palpar verdad. Podemos creer, por un rato, que las redes sociales han democratizado el conocimiento, la cultura, la política. Parece cierto. Pero luego ves que en Rusia hay un misterioso y enorme edificio en el que se trabaja las 24 horas. Gente joven, sobre todo, en turnos escriben sin pausa mensajes para inundar las redes sociales a favor de Putin o denostando a sus adversarios. Algo similar estarán llevando a cabo otras naciones poderosas y altamente armadas. Y de pronto se visualiza una especie de sicariato intelectual, dirigido a demoler a unos y edificar aceradas y brillantes imágenes a partir de aserrín y lodo. El conocimiento se ha democratizado, sí, y también la mediocridad, la malevolencia, el ego agigantado, el facilismo, la banalidad… 
En este contexto, no ha de extrañar pues, que las humanidades pierdan velozmente terreno frente a las carreras ajustadas a los requerimientos del mercado. Pero, ¿qué visión, a su vez, pauta los mercados? 
El pensamiento meditativo es desdeñado. Pensar, no siempre es bien visto. Poetizar, ¿para qué o quiénes? La poesía no vende. Por fortuna, tampoco se vende. Y, a contrapelo de pragmatismos, contingencias y codicia, sigue siendo el género mayor, herencia fenomenal, un modo de conocimiento; de la que se ha dicho es “memoria creadora” (O. Paz), “Religión práctica”, (Novalis).  “La poesía lleva en sí la perfecta compensación de las miserias que padecemos”, opinó André Breton. “Admito que la esencia de la poesía sea, según las diversas naturalezas de los espíritus, o de valor nulo o de importancia infinita: lo que la asimila a Dios”, concluyó Paul Valery.  
El escritor mexicano Juan José Arreola ve en la intuición poética algo que supera lo que conocemos por inteligencia:
el poeta es el que captura… ―escribe― el poeta es cenital y es abisal, viene desde el magma central telúrico y va hasta las estrellas que quiere. Esa es la polaridad poética. ¿Qué importa “arriba” o “abajo” en términos estelares? Así lo que llamamos lo más sumergido, lo más inconsciente, es en nosotros lo más alto; por eso la intuición es una forma superior de inteligencia, del capturar.  
Y mucho antes, Charles Baudelaire había señalado:
En cuanto a los que se entregan o se han entregado con éxito a la poesía, yo les aconsejo que no la abandonen jamás. La poesía es una de las artes que más reportan; pero es una especie de colocación cuyos intereses sólo se cobran tarde; en compensación, muy crecidos.
Manuel del Cabral, de la República Dominicana, recurrió a la poesía para definir la misma:
Agua tan pura que casi

no se ve en el vaso de agua.
Del otro lado está el mundo.
De este lado, casi nada...
Un agua pura, tan limpia
que da trabajo mirarla.

Hoy, es preciso admitirlo, las interrogantes sobre el lugar de la poesía en el mundo de hoy exceden en mucho a las respuestas. Por ello, en vez de proponer y asignar temas a convocados al Foro, como se suele hacer, procedimos a formular una batería de preguntas, en ningún modo restrictivas, con el ánimo de incitar a una reflexión y debate, tan provocador como fuera posible,  sobre el significado y el papel de la poesía en el mundo actual. Pistas, las preguntas, que motivaran la elección de ángulos y posibles facetas argumentativas.  ¿Propósito? Bosquejar un panorama de inquietudes, al que cada poeta sumara sus preocupaciones, quebraduras y novedades o bien lo modificara de manera parcial o por completo.

De manera tácita, todos, todas, convenidos en que la tradición porta el germen de la ruptura y que ésta no se concibe sin la tradición (por ello es tan absurdo escuchar de jóvenes renuentes a leen los poetas nacionales. Eso los condena, posiblemente, a repetir lo hecho décadas atrás o experimentar euforia por la escritura de versos que tienen el sello inconfundible de algo pretérito). Sin embargo, las aproximaciones a estos dos conceptos, tradición y ruptura, y las correspondencias entre ambos son innumerables. Es claro que no son lo mismo para un poeta maya del México de hoy, para un poeta sirio, para una poeta de la región del Tibet, para un francés, un norteamericano… Acaso tampoco revista significados parecidos para las mujeres poetas, ya que su tradición creadora tiene una historia particular (están ausentes, o figuran solo como excepción, en todos los movimientos estéticos del siglo XX y más atrás. Están compelidas, pues, a desenterrar la tradición femenina o adoptar la masculina como sinónimo de universal o a moverse entre una cosa y otra).
Justo entonces es decir que desde cualquier perspectiva, “Tradición y ruptura”, compone una excelente  sombrilla para cobijar un foro de recitales, pensamiento, diálogos y debates, en el que los poetas y las poetas son “el observador y lo observador”, “el pensador y lo pensado”. ¿Quién mejor que ellos y ellas, que portan un decir muy específico, hermanado con la verdad, humanizado y humanizante?
(Ya lo dijo Yevgueni Yevtushenko: “La autobiografía de un poeta es su poesía, todo lo demás es solamente un pie de página. El poeta debe ofrecer sus sentimientos, sus pensamientos, sus escritos. Para merecer el derecho de hablar por otros, debe pagar el precio y someterse sin piedad a la verdad”).

Vale la pena mencionar una parte de las interrogaciones lanzadas al ruedo
  •  Tradición y ruptura, ¿qué significan, qué entrañan en el Caribe y Latinoamérica, en Europa y en Oriente? ¿Algo idéntico, parecido o distinto? De haber acusadas diferencias, ¿en qué consisten las mismas?
  •  ¿Y el tiempo? ¿Qué significa el tiempo para la poeta y el poeta de hoy? ¿Cómo afectan a la creación las modificaciones profundas en la noción y percepción del tiempo?
  •   Ante el creciente influjo de la tecnología comunicacional, las redes sociales, la gravitación mediática, el cine, etc., cabe preguntarse: ¿colude la poesía, se aviene o tiende a transformarse, exhibiendo perspicacia u opacidad, con las variaciones vertiginosas del mundo actual?
  •  ¿Qué presiones tuercen, aplanan o ponen en tirantez al “tiempo”, “ritmo”, “renovación”, “herencia”, “contemplación”,  “acción”, “permanencia y fugacidad”?
  •   ¿Cuáles son las oportunidades y los riesgos derivados de las tecnologías y redes sociales? ¿Hay algo básico que aún no hemos sido capaces de captar, de descifrar?
  •  Para muchos/as, el mundo de hoy incuba peligrosos factores de guerra. El equilibrio en el planeta es precario. ¿Lo percibe el o la poeta? ¿Lo refleja o retrata la poesía? ¿Existen vislumbres que nos alertan?
  •  ¿Cuáles poderes seducen hoy al poeta y la poeta? ¿Cuáles les sustraen libertad? ¿Cuáles tienden a represar o malear el río interior de su creación?
  •  ¿Son los hombres y mujeres poetas depositarios de alguna forma de lucidez singular, de algún potencial de compasión, de alguna poderosa y singular solidaridad?
  •  ¿Qué viene a ser la poesía en el tiempo de la “economía líquida” y “relaciones volátiles”?
  • ¿Qué significa para las instituciones, los políticos y la academia?
  • ¿Cuál es el compromiso del poeta, con qué y quiénes? ¿Cuáles los reales desafíos, hoy día?


La poesía educa la sensibilidad. Y genera comunidad con los hilos sutiles de la lengua; con su plasticidad. Debería de formar parte de la “educación sentimental” (facultades afectivas) y del mejor aprendizaje de la lengua. Fomenta, de paso, la estima por la herencia cultural y la dignidad de la imaginación.
¿Por qué no leerles a las niñas y niños, cada día al acostarse, además de un cuento, un poema adecuado a su edad? ¿Por qué no dialogar, a través de un poema diario en las escuelas, de los grandes temas de todos los tiempos?

En este momento, y desde esta tribuna especial, lanzo las siguientes propuestas:

  1.      Que la poesía se integre a la educación en todas sus etapas. Empezando por los parvularios. Puesto que es un factor clave en la calidad de la educación. 
  2.      Que cada año se celebre el festival internacional de poesía. Que es un contacto de distintos pueblos, desde el alma misma.
  3.     Que todos los partidos y movimientos políticos estén obligados por leya divulgar poemas y otros contenidos culturales en todos los espacios públicos que ocupan durante los comicios nacionales. Mitad a mitad. Por cada metro cuadrado de propaganda proselitista han de poner otro metro cuadrado de poesía, arte o pensamiento.
  4.      Que el 21 de octubre y el 21 de marzo de cada año se lleve a cabo La Hora Nacional de la Poesía, tomando de referencia la que se desarrolló hoy, en el marco del Foro, en cerca de 60 centros educativos de todo el país. Que los poetas de cada región y municipio participen y den luz a esta actividad.
  1. ¡Que algunas semillas caigan en tierra fértil!

¡Qué comience la fiesta de la poesía!

Ángela Hernández Núñez
9 de octubre de 2015




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La cualidad de la nostalgia

Cuento de Ángela Hernández Núñez

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