UN SUEÑO ME PERSIGUE
En 2023, el
Ministerio de Cultura se propuso darle un giro a la FIL. Crecida en
experiencias, ahora debía crecer en renovación y calidad, para convertirse en
un efectivo estímulo a la lectura y, esperamos que no lejos, en una marca país.
El programa se elaboró en un amplio proceso
participativo. Recibimos y analizamos unas
trescientas propuestas procedentes de escritores, gestores, instituciones,
editoriales, artistas y cineastas. De ahí la representatividad de los
contenidos.
Amigas, amigos, imaginemos
un mundo sin libros. Escalofriante, ¿cierto? ¿No son los libros corporeidad de
los ríos atemporales que nos habitan? ¿No está en ellos ese amor que convierte
la luz de una estrella en alimento y el alimento en vínculo? Poderosa es la lectura. Viaje hacia uno mismo
y travesía por las incandescencias del corazón y la memoria humana. Gracias a las
letras, las artes y la música se forjan infinitos lazos comunicantes entre
personas y culturas, incluso allí donde los sufrimientos y conflictos marcan de
modo implacable la vida de comunidades e individuos.
Conjunción de
afinidades y esperanzas, el libro despierta al ser leído, se trate de los
Himnos de Enheduanna, de 2270 a.C., de La Odisea y el Iching o El Quijote o
Cien años de soledad. Que sean muchos miles los libros que en estos días
despierten.
En esta época de
portentos científicos y tecnológicos pasmosos o arrebatadores nos vemos
enfrascados en angustiosos dilemas éticos, que escalan en complejidades jamás
vistas. Quiero confiar en que las generaciones jóvenes estarán dotadas de la claridad
mental y el poder de empatía para enriquecer el legado de pensamiento y
culturas, así como para proteger las fuentes de agua y oxígeno que hacen
posible el supremo concierto en el cosmos: la vida, y en la vida, la cultura.
Un sueño me persigue
hace años. Veo una biblioteca en cada municipio a la que afluyen jóvenes y
adultos. Hay arte en sus paredes. Buganvilias y jazmines en su entorno. Veo a cordiales
bibliotecarios encantados con su trabajo. Una red de animación de la lectura.
Veo a políticos y
tecnólogos, a astrofísicos y maestras leyendo versos. A bandos en guerra
leyendo a Svetlana Aleksiévich y a Gabriela Mistral, a Kabir[1]
y a Shmuel Yosef Agnon. Este sueño es tan vívido que, en las escuelas, puedo
aspirar el olor de los libros en el jardín de lectura, sorprenderme con el
bermellón o el rosa los coralillos, tocar las suculentas y el orégano, porque,
siempre percibo la biblioteca y el huerto componiendo un mismo principio de
existencia. Pide a Dios que este sueño sea profético.
Quiero mencionar en
esta noche de magia caribeña a tres formidables escritoras judías del siglo XX.
Las tres empezaron a escribir en su temprana juventud.
Por el año de nacimiento y la influencia de la Segunda Guerra Mundial en su
existencia, podría considerárselas como integrantes de una misma generación: Irène Némirovsky, nacida en Rusia en 1903, autora de El baile (1930), Suite francesa (Suite
française, 2004, obra póstuma), El ardor en la sangre (Chaleur
du sang, 2007, obra póstuma), murió en el campo de
concentración Auschwitz, en 1942, a los
39 años; Hanna Arendt, nacida en
Alemania en 1906, filósofa visionaria, pensadora profunda sobre la banalidad
del mal, la condición humana y los totalitarismos; y Nelly Sachs, nacida en
1891, poeta judeo-alemana, ganadora del premio Nobel de Literatura en 1966[2]. Escuchemos un fragmento “El
coro de los ángeles”, un poema suyo incubado
en una herida a la humanidad, pero también en un “Viaje a la transparencia”.
Las piedras tienen
rostro, rostro de padre y madre
Ellas no se marchitan
como las flores, ellas no muerden como las fieras
Y ellas no arden como
la madera seca, cuando alguien las arroja al horno
Nosotros los
huérfanos, nos quejamos ante el mundo:
Mundo, por qué nos
arrebataste a nuestras madres
Y los padres,
responden: ¡Hijo mío tú te pareces a mí!
¡Nosotros huérfanos
como nadie más sobre la tierra!
(Fragmento de “El
coro de los huérfanos”, traducción de Ethel Barja).
Ángela Hernández Núñez
Palabras pronunciadas en la apertura de la Feria Internacional del Libro de Santo Domingo, 25 de agosto 2023